sábado, 13 de febrero de 2016

¿De verdad necesitamos la energía nuclear?


Atención, pregunta: ¿Quién no ha escuchado o leído alguna vez que la energía nuclear es la mejor en cuanto a precio y garantía de suministro? ¿Y que es también la mejor fuente para luchar contra el cambio climático? Supongo que prácticamente nadie. Vamos, que es la panacea, y que los agoreros de la seguridad de las plantas nucleares y de la gestión eterna de los residuos que generan son todos unos teatreros.

Dando por válida la bondad de estas instalaciones en cuanto a sus nulas emisiones (discutible), la cuestión se plantea siempre en términos económicos. Y, puesto que la alternativa a considerar son las energías renovables, y éstas (se dice) resultan caras por su desarrollo incipiente y su ineficiencia, las cosas parecen caer por su propio peso.

La electricidad nuclear se oferta en el mercado a precios muy bajos, porque sus costes variables de funcionamiento son bajos, pero también por la propia naturaleza del mercado y porque su energía debe venderse “a toda costa” ya que las plantas no pueden parar y arrancar continuamente. Pero en la práctica, en España esa energía acaba vendiéndose al precio de la más cara.

Y es que, siendo esta generación tan buena y barata como se dice, ¿por qué no se están construyendo centrales nucleares “a punta de pala” por todo el mundo? Pues simple y llanamente por todos los costes que conlleva y en esto la generación nuclear queda en absoluta evidencia:
  • Inversión: Incalculable, enorme, cada vez mayor por las dificultades de los proyectos y por las exigencias de seguridad (costes reales multiplican por 2 ó 3 los estimados)
  • Gestión de residuos: No soportados en todos los casos por las propietarias de las centrales, a asumir durante cientos de años (15-20 mil millones de euros/año)
  • Seguros por responsabilidades asociadas a accidentes: Por convenios internacionales, 700 millones de euros por accidente asumidos por la Propiedad y el resto cubierto por los Estados - el accidente de Chernóbil ha costado más de 200.000 millones de euros. Si las centrales nucleares contrataran a su cargo un seguro privado, el coste de generación podría aumentar un 300%
  • Otros costes: volatilidad del precio del uranio, costes financieros, moratoria nuclear, costes de mantenimiento en aumento, etc.

A añadir a esto que el suministro del combustible implica siempre dependencia del exterior, que es perentoria la necesidad de brutales ayudas públicas (pagadas por todos los españolitos) y que hay un grave problema ético al mantener este tipo de generación cuando las consecuencias de un (¿muy improbable?) accidente son más que funestas, en el futuro inmediato y, peor aún, para las siguientes generaciones.

Bien, ¿ha cambiado en algo tu opinión? Espero que sí y que con ello empieces a cuestionarte si es verdad que no se puede hacer nada para resolver este problema y encontrar otra respuesta a mi pregunta.

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